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ENERGÍA FEMENINA

Hola almas bonitas!

La sabiduría de la KABBALAH, indica que para estar en armonía con las leyes cósmicas, un hombre debe escuchar a su compañera. Porque cuando una mujer está realmente enfocada en el deseo de que ocurra algo, tendrá que ser así.

Muchas mujeres no reconocen el poder que tienen. El primer paso es reconocer y adueñarte de tu energía femenina. Una mujer debe mirar en su interior y nunca resignarse a un papel servil en las relaciones. Un hombre necesita dulces desafíos, nunca un felpudo.

Las mujeres que han integrado su fuerza creadora abandonan para siempre el rol de “víctima”.

Cuando ponemos énfasis en el deber y en la culpa de otras personas, estamos creando una fuerte energía negativa en el ambiente. El primer paso para salir de los problemas de relación es asumir la responsabilidad sobre una misma. Volverse más dinámica y proactiva. Una mujer “víctima” se desconecta de su fuente de poder y se pierde a sí misma.

Una mujer aumenta su autoestima cuando reconoce que la LUZ de Dios, es parte de ella, tanto como de cualquier persona. Si reconoce dentro de sí la energía de su poder femenino, podrá transformarse como persona y eso le permitirá reparar las relaciones.

La ventaja espiritual femenina es una realidad: La mujer es, de un modo innato, más amable y pacífica. Es la forma primaria de manifestación del amor.  A lo largo de la historia, cuando un problema necesitaba solución a través de la manifestación de la LUZ, era siempre una mujer la que mostraba la salida.

En todas las grandes crisis, las mujeres han sido las que corrigen el rumbo de los acontecimientos.

La mujer, es por naturaleza física más resistente que el hombre.

En el útero, un feto femenino es más fuerte que el de un hombre. Todos los embriones comienzan siendo mujer en los inicios de la gestación.

La resistencia femenina es patente tanto en el plano físico, como en el plano espiritual. Las mujeres son más fuertes, tenemos el cerebro más conectado. Poseemos un conocimiento innato. Comprendemos la comunicación más profundamente. Se nos ha otorgado el don de ser intuitivas.

Nuestro cuerpo puede alimentar un nuevo ser. En el plano espiritual alimentamos el lazo de unión entre nosotras y nuestros compañeros. La mujer es la corona de un hombre. En la tradición judía, la mujer enciende las velas en la ceremonia del Shabat: Su misión es dar la bienvenida a la LUZ y permitir su entrada en la casa. Fuimos creadas para ser las líderes espirituales del hogar.

 

La mujer construye y la mujer destruye: El hogar está en sus manos. Es la SHEJNÁ, el aspecto femenino de Dios. La mujer gobierna el caudal de energía que tiene un hogar. Es la LUZ de esa casa. La KABBALAH dice que una mujer que no usa su energía con el propósito de construir, automáticamente, destruye. No hay punto medio.

Las mujeres tienen una inmensa importancia espiritual.

Comparto este texto kabbalista que habla de la fortaleza espiritual de las mujeres.  Desconozco el autor del mismo.

Mi comentario:

Desde mi experiencia el abrazar la energía femenina es integrar la maravilla de ser creadoras, guías y sanadoras. Las mujeres creamos mundos maravillosos para nuestras parejas e hijos y además de eso emprendemos negocios, lideramos empresas y armamos revoluciones. Sanamos con un beso una rodilla raspada así como el corazón mas roto que se cruzó en nuestro camino.

Considero importante el abandonar esa figura de “guerreras”, puesto que nunca nos ha sido necesaria esta energía para cambiar el mundo. Nuestros dones son más sutiles y no por ello menos poderosos. Un paso a la vez inspiramos, iluminamos, sanamos y amamos.

Un viejo dicho nos enseña: Más se atrae con miel que con vinagre. Y eso precisamente somos, la miel. Solamente debemos elegir serlo.

Con cariño.

Paulina

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